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La iluminación para reptiles es probablemente uno de los temas más importantes de la terrariofilia. Al ser un asunto tan complejo lo dividiremos en varias ideas más pequeñas para facilitar su comprensión.
Para los efectos del mantenimiento de reptiles en terrarios, vamos a diferenciar entre: la luz visible, radiación ultravioleta y radiación infrarroja. Cada una de estas radiaciones tiene un rango de longitud de onda diferente, que se mide en nanómetros (nm).
Como su nombre indica, es la que permite a los seres vivos poder ver nuestro entorno. Además de eso, es la que nos indica si es de día o de noche, algo más importante de lo que parece, ya que muchos reptiles tienen comportamientos específicos dependiendo si es de día o de noche.
Es responsable de muchos procesos metabólicos de los reptiles, por lo que es fundamental para muchas especies. A su vez se divide en:
Es la que produce calor. Dado que los reptiles son animales de sangre fría, que no pueden regular su temperatura corporal como nosotros, requieren de elementos externos de calor para regular su temperatura corporal, esta radiación también es vital para los reptiles.
Se mide en lúmenes (lm), mientras mayor sea la cantidad de lúmenes “más luz” emitirá el dispositivo en cuestión.
Otra medida utilizada son los lux, que son los lúmenes por metro cuadrado. La luz del día normal, filtrada por las nubes, está entre 5.000 y 10.000 lux.
El Índice de Reproducción Cromática (IRC) expresa la habilidad de una fuente artificial de luz para iluminar un objeto como lo haría el sol. La luz solar tiene un IRC de 100. Hoy en día cualquier fuente artificial de luz con un IRC superior a 95 es considerada una luz de espectro completo.
La temperatura de color medida en Kelvin (K) define el color de la luz emitida, la temperatura de color estándar de la luz del día es 5600 K, aunque puede variar desde 2000 K (atardecer) hasta más de 18000 K (clima nublado o ambiente húmedo).
Para obtener condiciones naturales en un terrario es importante escoger una luz con un IRC lo más alto posible y una temperatura de color alrededor de 6000K para conseguir el ambiente óptimo para los animales y plantas.
Los reptiles que viven en el desierto reciben luz solar directa y constante, por eso no tienen las mismas necesidades de luz que los reptiles tropicales, que reciben la luz solar después de atravesar hojas de árboles frondosos y matorrales.
Así mismo, no recibe la misma luz un animal nocturno que diurno. Hay que tener en cuenta que los animales diurnos no están todo el día al sol, muchas especies se refugian durante las horas de más calor del día y se limitan a tomar sol durante la mañana y la tarde.
De igual manera, hay animales nocturnos que se exponen a radiación UV cuando están descansando en un sitio que recibe luz solar, e incluso algunos salen a tomar sol para termo-regularse.
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