No hay productos
Precios con IVA incluido
Lo primero es entender este hábitat natural para poder recrearlo en un acuario. Deberemos imitar sus condiciones en todo lo posible, permitiendo que la comunidad del arrecife prospere.
Para el primer paso, deberemos determinar qué tipo de acuario vamos a crear, ya que la elección de los habitantes influirá en el equipo que tendremos que adquirir.
Nuestro gran aliado en esta aventura será la paciencia. Vamos a crear un acuario de arrecife saludable, un buen hábitat donde prime el bienestar de sus habitantes y esto no se consigue de la noche a la mañana. Nos llevará un tiempo establecer y desarrollar las condiciones adecuadas, pero este esfuerzo es gratamente recompensado.
Esto es realmente importante y nunca se debe pasar por alto, que nuestro arrecife esté en un lugar adecuado va más allá del lugar donde nosotros lo visualizamos con mayor comodidad.
Debemos EVITAR LUGARES:
De ser posible, elegiremos un lugar que esté cerca de un enchufe y una fuente de agua.
Deberemos tener en cuenta que un acuario completo pesa aproximadamente 1,19 kg por litro más el peso original del acuario y el soporte, por lo que deberemos procurar que el suelo del lugar elegido esté nivelado y cuente con el apoyo adecuado.
Cuanto más grande sea el acuario, más estable será el ambiente y más fácil el mantenimiento de la química del agua con el transcurso del tiempo. Un área de superficie grande permite que haya un mejor intercambio gaseoso y una calidad de agua superior.
En la elección del soporte o mueble para el acuario, deberemos tener en cuenta que tolere el peso del acuario completamente ensamblado y optar por uno que nos permita alojar el equipo y demás herramientas.
Los acuarios de arrecife están disponibles en dos variedades básicas: vidrio y acrílico.
El primer paso es limpiarlo cuidadosamente con un paño limpio y húmedo enjuagándolo con agua tibia.
NUNCA hay que utilizar blanqueadores, limpiadores comerciales de vidrios, detergentes ni limpiadores químicos para limpiar las caras interna o externa del vidrio del acuario. Tampoco cubetas que hayan sido expuestas a jabón, detergente u otros químicos para transportar el agua al acuario.
Deberemos adquirir un equipo diseñado para acuarios de agua salada y tener en cuenta que un equipo básico incluye:
Para mezclar el agua salada, llenaremos un contenedor con agua limpia y agregaremos un acondicionador de agua Fluval. Para obtener mejores resultados, utilizaremos agua que haya sido purificada mediante un sistema de ósmosis inversa (OI). Siguiendo las instrucciones de la etiqueta, agregaremos la mezcla salada al agua que ya hemos acondicionado. Una vez hecho esto, determinaremos el nivel de salinidad del agua con un hidrómetro; el objetivo es 1,025. Este es el nivel que se debe mantener en todo momento en el acuario de arrecife.
Una vez tenemos el equipo en funcionamiento y corroboramos que este es correcto, podemos comenzar a agregar rocas vivas al acuario.
Por regla general, las rocas se deben distribuir de modo que abarquen alrededor de 1/3 del volumen visual del acuario, o bien, 120 a 240 g por litro.
No debemos apilar las rocas contra la parte trasera del acuario, sino que trataremos de construir cúmulos aislados de rocas con diversos puentes y salientes entre ellas. De este modo, facilitaremos la circulación del agua y la eliminación de detritos.
Los acuarios nuevos no tienen las bacterias suficientes para que sus habitantes sobrevivan. El ciclado es un paso crucial en el establecimiento de la filtración biológica para el acuario, por lo que un aditivo biológico, como el Potenciador Biológico Fluval, puede usarse para ayudar a poner en marcha el proceso de nitrificación.
Al principio, deberemos hacer un cambio de agua cada semana, reemplazando cerca del 50 % del agua. Una vez que el acuario esté estable, la frecuencia de cambio del agua se puede disminuir.
Durante esta fase de curación, deberemos limpiar a menudo el filtro y después de la primera semana, comenzaremos las pruebas sobre el agua del acuario. Cuando el amoníaco, el nitrito y otros parámetros del agua sean aceptables, haremos un cambio de agua, encenderemos la iluminación del acuario y agregaremos los primeros habitantes.
Las primeras especies que deben agregarse al acuario deben ser carroñeras para contribuir al mantenimiento, especies que comen algas como son los caracoles y los cangrejos ermitaños pequeños. Estas son las especies más resistentes para un sistema de arrecife nuevo y ayudarán a mantener los sustratos limpios y renovados.
Ahora ya podemos introducir los corales y por último los peces e invertebrados.
Recuerda que el mantenimiento continuo resulta crucial para conservar un acuario saludable y próspero. Es importante realizar pruebas y cambios de agua periódicos como parte de la rutina del mantenimiento.
No hay productos
Precios con IVA incluido